Debido a las recientes polémicas Ramoncinianas contra el canal YouTube de la revista satírica "El Jueves", el debate sobre los derechos del autor, de imagen, dignidad etc. se ha ido agrandando cual bola de nieve. Contribuye a alimentar la polémica nuestra ínclita Ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, en su defensa a ultranza y muchas veces, cerrazón de mente frente a la gestión de este problema, y sobre todo la falta de delicadeza al llamar al colectivo internauta español "piratas". O perlas del estilo de que en España no hace falta ADSL de alta velocidad (el equivalente a decir que para qué necesitamos aviones, si se puede pasear en bicicleta tranquilamente).
Creo yo que, en vez de hacer una política tan punitiva y perseguidora incansable del delito, rozando muchas veces lo rocambolesco - influenciada por la SGAE -, se debería publicitar, incentivar y promocionar , por parte del Ministerio , de la propia SGAE y de la industria, las tiendas online de contenido multimedia.(Idea a boleo: ¿Que tal si por cada ordenador de la marca X se entrega un bono por X canciones/ vídeos/libros electrónicos gratis en la tienda online X, en vez de meternos el cánon famoso? )Se está mostrando como un acierto las iniciativas de iTunes (idea que ya quiere copiar todo el mundo) de vender canciones a 99 centavos, o que las grandes distribuidoras ya estén ofreciendo servicio de video club on-line a precios competitivos.Según las encuestas, la gente que en teoría, más usa la descarga "ilegal", luego es la que más compra productos multimedia en la red.
La propia SGAE debería hacer una campaña de lavado de cara (aunque a estas alturas va a ser muy difícil) dejando de dispersar "policias" por doquier para cobrar unos míseros euros al del bar de la esquina por echar el fútbol del cable, o a los novios de una boda por poner unas canciones en el baile. Comprendo que los artistas deben cobrar por su trabajo, pero creo que se está matando la gallina de los huevos de oro. Están creando un sentimiento en la sociedad que posiblemente les cueste caro a la larga, cuando más y más artistas decidan hacer la guerra por su cuenta y decidan editar , distribuir y vender sus trabajos por la red sin intermediarios, sin pagar cuota a la SGAE, sin rendir cuentas a las distribuidoras. Aflojar el lazo de presión ayudaría, sin duda.
El enroque patrio institucional en ponderar más al negocio "tradicional" de venta y distribución de contenidos sólo hace gastar recursos innecesarios a todos, a la vez que tira hacia atrás de la integración del país en las nuevas tendencias de la tecnología. No hay que ir tanto a lo negativo, sino ensalzar lo positivo. A lo mejor en un corto plazo, supondría un descenso de ingresos en la industria y SGAE, pero a cambio se conseguiría una mayor integración, mejora de imagen y una diversificación de ingresos a largo plazo.
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