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miércoles, 3 de noviembre de 2010

Tribulaciones Tecnológicas ( y demás)

Lo confieso: He traicionado mis principios, me he vendido a la vil Timofónica. Y todo por mi objeto de deseo: el iPhone 4. Sí, ya sé, me diréis que si falla la antenita ( a mí no me ha pasado ), que si falla el despertador y te levantas una hora después ( a mí me ha pasado), que si es muy restrictivo para instalar aplicaciones que no sean las admitidas por Apple ( eso se soluciona en 2 minutos, buscad limerain)...pero os digo que tuve el iPhone 1 y desde entonces he tenido un par de smartphones y ninguno se maneja tan fácil y fluidamente como el aparatito, además que ya se ha puesto , en cuestión de prestaciones, a la altura de sus competidores.
Es gonito el condenado, a qué sí? (foto: applesfera )

En fin, mi plan primigenio era conseguirlo de mi operadora , Vodafone, y para ello utilizaría el viejo truco de amenazar con irme a la competencia, hablando con el departamento de bajas: primer error; se conoce que no se "esmeran" mucho en contra- ofertarte si no tienen una solicitud de portabilidad en firme, y me hicieron una oferta de, bueno, digamos que una oferta no muy atractiva. Así que dije:¿Queréis guerra, pues la tendréis, voto a Bríos, malandrines Britanos!" y empecé a estudiar que tenían los demás operadores iphoneros.

Con todo el dolor de mi corazón, la mejor oferta era la de Vomistar, así que me fui a un distribuidor y empecé el proceso de portabilidad. Y, adivinad: ¡al día siguiente ya estaba Vodafone comiéndome la oreja!: Una primera llamada del departamento de portabilidades me ofreció el iPhone gratis, a cambio de un consumo, durante los 18 meses de permanencia, de 15 € de datos y de 60 euracos de voz ,reducidos a la mitad durante un año y pudiéndome, según ellos, cambiar de plan de voz al año. Echando cuentas, aunque yo no gasto tanto ni de blas, me salía más rentable el plan de Vodafone a lo largo del periodo de permanencia, que lo que me ofrecía Movistar. Llamé pues de nuevo a Vodafone para abrazar de nuevo su fe, pero, como ya tengo un poco de experiencia en esto de la lucha contra las operadoras, les pedí que me repitieran punto por punto la contra oferta. Y mira tú por dónde, las cosas ya iban cambiando:
- El plan de voz se tendría que mantener los 18 meses (12 a la mitad + 6 a precio normal ) y no los 12 meses que me comentaron...ahí ya me estaba mosqueando.
- El iPhone no estaba disponible , y no sabían cuando iba a estarlo...pero el plan de los 60 Euracos empezaría a contar desde el día que aceptara la oferta (o sea, desde aquel mismo momento) y dije" pero bueno, si yo accedo a esa barbaridad de dinero mensual porque entiendo que implica la "financiación" encubierta del iPhone, y si tardáis en darme un mes el teléfono: ¿Qué coño estoy haciendo, daros dinero por la face? ¡Amos anda!

Total, que como os he dicho antes, me tragué mi orgullo, mis años de lucha contra Telefónica y me hice de...¡Dios cómo me cuesta decirlo!...me hice de Movistar.

Pero aquí no acabó todo: al día siguiente de recoger mi flamante iPhone, me dicen que me están llamando y que no lo cojo. Y no me separaba del teléfono (lo juro, lo quiero,no me separaría de él, snif!). Y descubrí que eso les pasaba sólo a los números de Vodafone que intentaban llamarme. Los fijos y demás operadores, sin problema. Después de llamadas al departamento técnico de Telefónica, me dijeron que fuera al distribuidor que me lo vendió. Fuí, me cambiaron la tarjeta sim, y nada, el problema persistía. Yo con un cabreo que no te menees, tenía un número y dos líneas. Me cagué en Vodafone varias veces por minuto.
Pasó el fin de semana, y el lunes se me ocurrió llamar a Vodafone, al departamento de portabilidades, para ponerlos de toda la gama de verde. Y me cuentan " ah, eso es que se ha quedao "enganchada" la linea, ahora te lo solucionamos". Y al minuto siguiente ya estaba solucionado (sic.).

Acojonante e inquietante.  Las operadoras son los nuevo embaucadores ambulantes del siglo XXI (los del XX eran, y seguirán siendo, los talleres de coches, junto con el ramo de la construcción - ya os contaré más tribulaciones con estos gremios, que también tienen tela, tela.

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