Real Ego C.F.

Os debo confesar que me gusta el fútbol (no tanto como en mis años mozos, lo confieso) y que siempre he tirado a lo merengón. Pero últimamente se me está haciendo más difícil comulgar con el Real Madrid.
Los madridistas siempre han tenido la fama de chulos, de que si era el equipo del régimen y siempre era favorecido por los árbitros... a esto se le ha añadido últimamente un gran vedetismo promocionado desde la irrupción de Florentino Pérez y su política de Galácticos.

imagen: Football Lovers

Yo creo que Florentino ha inculcado explicita o implícitamente, la cultura del mercantilismo, competición individual, la empresa fría en un mundo en que, no lo olvidemos, los sentimientos y las pasiones son motor de todo. Vemos que con los fichajes de Christiano Ronaldo y Mourinho este sentido de individualismo exacerbado, ese culto a la persona desmedido se ha exaltado aún más si cabe. Y todo esto se agrava más si lo ponemos en contraposición de lo que transmite su gran rival, el F.C. Barcelona ( y la Selección Española).

El Barça es ejemplo de equipo, de sacrificio, de humildad, de cultura al trabajo bien hecho; Sus valores calan y los éxitos se acumulan. Y este mensaje es más importante en los tiempos que corremos, cuando hemos visto que la  causa substancial de la crisis económica ha sido el exceso de codicia y ambición particular, una moral que  ha estado primando e incentivando la competitividad en muchos casos malsana, con tal de sacar beneficios.
Los culés enseñan a los niños que hay que ser humilde y que hay que trabajar en equipo para mejorar; El Madrid transmite la agresividad, el pavoneo, la primacía de las estrellas de la galaxia que hacen la guerra muchas veces por su cuenta, y si se integran en un equipo es por que, a pesar de que sus egos le digan lo contrario, todavía no se ha dado el caso de que una persona sola pueda contra once.

Con todo el dolor de mi corazón blanco, si tuviera que poner un ejemplo de comportamiento y valores en el deporte ( y en algunas facetas de la vida), elegiría al eterno rival.

Sólo espero que esto cambie, algún día...